Hoy en día, las compañías están apostando traer de vuelta los juegos de antaño. Si bien parece que muchos no lo hacen, el publico fanático de Final Fantasy tuvo la suerte que la compañía se pusiera con todo para traerlo a la actualidad. El Review de Final Fantasy VIII es una prueba de que vienen grandes cosas para viejos títulos.

Antes de comenzar el review, hay que hacer referencia al excelente trabajo hecho por el equipo de Square Enix por rehacer enteramente el juego. En la época de los 90, esta compañía no preservaba los códigos fuente de sus juegos (razones que varían) y que en caso de hacer un remaster, no podían trabajar en el material existente si no mas bien, debían crear uno nuevo y adaptarlo.

Final Fantasy VIII se centra en una historia de conflicto. La agresiva expansión de Galbadia busca controlar todo el territorio posible. En repuesta, diferentes naciones se embarcan en la creación de grupos de mercenarios de elite, para responder ante las necesidades de quien los contrate y no tanto para dar solución a los problemas a gran escala. Ahí es donde aparecen los protagonistas de la historia: Squall Leonhart, Seifer Almasy, Zell Dincht y Selphie Tilmitt, quienes, guiados por Quistis Trepe, están a un paso de convertirse en SeeD, o sea, mercenarios de élite del jardín Balamb.

La mayoría de los elementos del juego destacan desde una perspectiva general. Una vez que vuelves a jugar con Squall (o lo hagas por primera vez) resultara difícil olvidar el mundo al que seremos enviados.

Uno de los puntos que falto trabajar fue trabajar mas fueron las inconsistencias en ciertas animaciones de batalla. Esto se debe a que el formato de pantalla del juego esta a 4:3 pero no podemos culpar al estudio debido al argumento de la perdida de códigos. Pero en cuanto a diseño de personajes, sin duda fue un excelente trabajo dándoles un aire de renovación a los mismos.

En cuanto al sistema de combate no tuvo ninguna modificación y muchos esperaban que el estudio aprovechase la oportunidad dar algunos cambios al mismo. Al igual que el FFVIII clásico, el nivel de cada personaje no tiene que ver con su aumento de poder si no en las combinaciones realizadas partiendo de los guardianes de la fuerza.

Como punto final, el sistema de enlaces puede resultar un punto que muchos amen y otros odien. Esto se refiere a que debido al diseño del juego puede volverse un tramite tedioso y hasta molesto si se esta bien avanzado. No obstante, desde nuestro punto de vista esto permite un acercamiento mas profundo a los juegos RPG en una época donde todo es simplificado para que mas y mas personas puedan jugarlo.

Volver a ver un juego como FFVIII en pleno 2019 es sin duda una razón para celebrar el gaming y el genial trabajo de DotEmu (estudio desarrollador). A pesar que tiene ciertos detalles de animación, generalmente es un juego digno de jugar y vivir la experiencia. Todos sus elementos reviven memorias que pueden atrapar a nuevas generaciones de gamers que muchos no han visto títulos como estos en los últimos 20 años.